viernes, 19 de marzo de 2021

MI PADRE (a Miguel Cañada)


Mi padre

 

Mi padre tiene manos

de porcelana, una castaña

en el bolsillo y una pera

en la ventana.

Mi padre recorre

cada día sin moverse

de su sillón, todos los limbos

escondidos, en la dehesa inmensa

de su vida.

Mi padre, no besa con la boca,

sino con su mirada dulce

subida en una repisa.

Mi padre muerde esparadrapos,

para que nadie le tape

esa sonrisa impoluta.

Mi padre, quiere ser

como mi padre,

pero sabe que ha puesto

una gran nota en su vida.

Mi padre, es un arrullo de gato,

un postigo abierto

y un bizcocho mojado.

Todo lo bueno que tengo,

mis ideas, reacciones, emociones,

todo, y mucho más un día

él me las dio, y nunca

me las ha cobrado,

pues, no podría ser de otra forma,

así es,  mi padre.

La Leyenda de Lexy (2018)  




 

miércoles, 17 de febrero de 2021

JOAN MARGARIT

 


JOAN MARGARIT 


Autorretrato con mar


 

Aquel niño callado. Juega solo.

Permanece detrás de estos ojos de viejo,

resiste la embestida brutal del mediodía

oyendo los confusos versículos del mar

y el grito de los cuerpos desnudos y oxidados

al entrar en las aguas transparentes y frías

de la playa de piedras. Avergonzado, corre

de un escondite a otro de los cuentos.

 

Duerme dentro de mí, desvalida criatura:

duerme dentro de mí, una noche de reyes,

donde en silencio vuelan las escobas

y los lobos dejaron sus huellas en la nieve.

Afuera brilla un cielo lleno de albaricoques,

y el mar azul oscuro de ciruelas

se deshace en los negros cuchillos de las rocas.

 

El verano de alcohol frío en los ojos

me hace sentir mi vida como la pulpa oscura

y dorada de un fruto que se pudre

alrededor del hueso del recuerdo.

Dentro de mí ocúltate, desvalida criatura.

Dentro de mí protégete de la cruel claridad.

Recita la leyenda que habla del niño gris

y de la miserable bicicleta

montada por el triste ciclista del suburbio.

Te busca y está cerca. Pedalea hacia aquí.


lunes, 1 de febrero de 2021

Julio Cortázar


JULIO CORTÁZAR 


HAPPY NEW YEAR 

Mira, no pido mucho,

solamente tu mano, tenerla

como un sapito que duerme así contento.

Necesito esa puerta que me dabas

para entrar a tu mundo, ese trocito

de azúcar verde, de redondo alegre.

¿No me prestas tu mano en esta noche

de fin de año de lechuzas roncas?

No puedes, por razones técnicas. Entonces

la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,

el durazno sedoso de la palma

y el dorso, ese país de azules árboles.

Así la tomo y la sostengo, como

si de ello dependiera

muchísimo del mundo,

la sucesión de las cuatro estaciones,

el canto de los gallos, el amor de los hombres.